martes, 1 de mayo de 2012

QUE HAY QUE FESTEJAR EL DIA DEL TRABAJO EN MÈXICO.

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A Eulises el hambre le duele en el corazón, y a sus 3 hijos en el estómago. El trabajo que tenía no le daba suficiente para mantener a su familia, y encima de eso lo despidieron.

Su esposa dará a luz en 15 días y su único bien, un Chevrolet Celebrity 1989 guinda, fue vendido “al kilo” (como fierro viejo) para poder sobrevivir sin empleo.

Hoy es el Día del Trabajo, pero en esta ciudad no hay mucho qué festejar; aquí el empleo es poco y mal pagado, porque la crisis se instaló y no se acaba de ir.

Según cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Juárez existen más de 62 mil personas para las que desde hace cuatro años, el trabajo es sólo un recuerdo, o un deseo.

La familia Arano Sandoval es una de las víctimas de esta crisis. No puede celebrar los beneficios de tener un trabajo digno. En medio de un predio semidesértico, en el kilómetro 27 de la Carretera a Casas Grandes, se ha acostumbrado a vivir con carencias, hambre y desempleo.

“Antes tenía trabajo a través de una agencia de contrataciones, ellos me mandaban a las maquilas que necesitaran personal operativo, pero desde hace unos días me despidieron porque me iban a mandar hasta las 5 y no tengo cómo llegar hasta allá, ni el camión pasa tan temprano”, expresó Eulises, de 30 años.

En octubre de 2007, la ciudad tenía mucho empleo. Pero la recesión de Estados Unidos afectó a la industria maquiladora; en 19 meses Juárez perdió una de cada 4 plazas laborales, es decir, cerca de 92 mil personas se quedaron sin trabajo. La recuperación ha sido muy lenta y en dos años y medio apenas se ha recuperado la tercera parte de los trabajos perdidos.

Miguel Ángel Calderón Rodríguez, vicepresidente de Economistas del Estado de Chihuahua, dijo que la pérdida de todos esos empleos ha demeritado la calidad laboral en la ciudad, y que llevará más de 15 años recuperarla.

Dijo que mientras haya tanta gente sin empleo, los salarios seguirán sin crecer y las prestaciones en el mismo nivel. Además, como los productos suben de precio, los juarenses podrán comprar cada vez menos cosas.

Desde el inicio de la crisis, en octubre de 2007 a la fecha, el salario promedio de cotización ante el IMSS en el estado ha crecido 21 por ciento.

En el mismo periodo, las alzas en los alimentos promedian un 31 por ciento en Juárez, según el INEGI, lo que reduce la capacidad de comprar comida para satisfacer la necesidad más básica.