Por: Octavio Gonzàlez y Gonzàlez
Camargo, chih.- Amantes de lo ajeno aún no identificados por las autoridades correspondientes, sujetos fuertemente armados, asaltan por separado las oficinas de Autotransportes Ómnibus de México, Telégrafos de México y Recaudación de Rentas, de al ciudad.
Lo anterior, provocó una señal de alerta y movilización de los cuerpos policiacos, que, desafortunadamente, no lograron identificar a los presuntos responsables de los hechos delictivos.
En el primero de los atracos, que fue a las 2 de la tarde de ayer, cuando un par de encapuchados, irrumpió en las oficinas de Ómnibus de México, S.A.C.V., para obligar a los dependientes a entregar su dinero, que fue por el orden de los 2 mil 300 pesos.
Enseguida, a las 3 de la tarde y enfrente de los autobuses foráneos, otros facinerosos sujetos, asaltaron las oficinas de Telégrafos de México, sin que hasta el momento se conozca el botín.
Para remarcar o cerrar con broche de oro, los ladrones, sorprendieron a las cajeras de la Recaudación de Rentas, de donde también, se desconoce el monto de lo hurtado.
Camargo, chih.- Amantes de lo ajeno aún no identificados por las autoridades correspondientes, sujetos fuertemente armados, asaltan por separado las oficinas de Autotransportes Ómnibus de México, Telégrafos de México y Recaudación de Rentas, de al ciudad.
Lo anterior, provocó una señal de alerta y movilización de los cuerpos policiacos, que, desafortunadamente, no lograron identificar a los presuntos responsables de los hechos delictivos.
En el primero de los atracos, que fue a las 2 de la tarde de ayer, cuando un par de encapuchados, irrumpió en las oficinas de Ómnibus de México, S.A.C.V., para obligar a los dependientes a entregar su dinero, que fue por el orden de los 2 mil 300 pesos.
Enseguida, a las 3 de la tarde y enfrente de los autobuses foráneos, otros facinerosos sujetos, asaltaron las oficinas de Telégrafos de México, sin que hasta el momento se conozca el botín.
Para remarcar o cerrar con broche de oro, los ladrones, sorprendieron a las cajeras de la Recaudación de Rentas, de donde también, se desconoce el monto de lo hurtado.
